Planos y Yoes
El ser humano tiene comúnmente siete chakras principales. Cada uno de ellos es un vórtice de energía que contiene dentro planos de realidad internos de la persona y fragmentos de la identidad (los que llamamos yoes). Todo esto en su conjunto conforma el campo emocional que se va a expresar “estructuralmente” a través del campo áurico.
Planos internos DE REALIDAD
Cada persona tiene cientos de planos de realidad moviéndose simultáneamente dentro de los chakras. Estos planos pueden ser más bellos o más desagradables según el trabajo que la persona haya hecho en él. Una persona equilibrada y sana logra sostener los chakras limpios y deja fluir su energía, dejando el cordón entre ellos libre de estorbos. Si el “clima” (los planos) es el adecuado, el cordón que conecta un chakra y otro va a permitir que la energía fluya. Si no, el ambiente hará que el cordón se seque, se enrede y se sigan formando estructuras o bloqueos emocionales.
“El punto más importante del sanador no es solamente aliviar al paciente, sino que el paciente reconozca las necesidades de su propia alma encontrando así la libertad entre el alma y su identidad, logrando un trabajo estable y de confianza con el mismo: confío en mí, confío en mi energía, confío en mi intención.”
Yoes
Los yoes son las identidades que se encuentran en nuestros planos internos, representan un fragmento de nuestra consciencia. En TEEA los podemos ver representados como personajes o emociones.
Dentro de cada chakra hay un “Yo” principal que representa una cualidad emocional donde los siete “Yoes” principales juntos conforman nuestra personalidad. Alrededor de ellos, podemos encontrar yoes secundarios que representan estados de la consciencia durante tu vida o incluso de vidas anteriores. Ellos aportan al “Yo” principal información, por lo tanto, el “Yo” principal se comporta de cierta manera dependiendo de su entorno: El plano donde está y que otros “Yoes” lo acompañan. Para que entendamos mejor; Un yo principal seria quien eres tú cuando sientes tristeza, cuando te enojas, cuando amas, etc.
Los yoes que acompañan al yo principal se pueden sanar y se puede trabajar sobre ellos, para así lograr que el yo principal también sane y generar un cambio profundo en el paciente.