El Campo Magnético y el Campo Emocional

Por Francisco Moreno T.

El campo áurico o Aura es una especie de esfera o huevo de materia “energética” que rodea al cuerpo físico en toda su extensión como si fuera un campo de fuerza alrededor. Este campo es en realidad una manifestación de energía tanto física, como magnética como emocional. En cada uno de estos niveles encontramos toda una complejidad, por ejemplo el nivel físico del aura es la expresión directa de la actividad de las células donde éstas emiten energía como calor. Un poco más allá encontramos el campo magnético, que también emana del cuerpo físico pero conforma ya una especie de tejido propio, y aún más allá hallamos el campo emocional, que se expresa en el campo magnético pero -como veremos- tiene una realidad propia y hasta cierto punto independiente.

EL CAMPO MAGNÉTICO

Es el campo directamente ligado a lo físico, y consta de 7 capas que se penetran y compenetran unas a otras, cada una en una frecuencia particular. A lo largo y ancho hallamos múltiples centros o vórtices llamados chakras, y canales o nadis, a través de los cuales constantemente circula y se transforma la energía vital, emocional, mental y espiritual de la persona.

El campo magnético se organiza en capas

El campo magnético se organiza en capas

Podríamos decir que el alma es algo así como la semilla que trae la identidad de ese ser, y el cuerpo de carne y hueso más el campo magnético son la planta en sí que emerge de esa semilla. En cada vida creamos un cuerpo físico, y también un campo magnético acorde a la información contenida en nuestra alma y nuestra biología en interacción con el medio externo.

En el bebé recién nacido, el campo magnético está recién formándose y aún no presenta sus 7 capas. A la par con el desarrollo físico, las capas se van formando hasta alcanzar su madurez en la adolescencia cuando el campo magnético está del todo formado.

Ahora bien, si queremos entender cómo funciona la sanación energética, tenemos que saber diferenciar el campo magnético del campo emocional, pese a que en la práctica los hallaremos íntimamente ligados.

Las estructuras del campo emocional son de origen interno y tienen que ver con conflictos

Las estructuras del campo emocional son de origen interno y tienen que ver con conflictos

El campo emocional

El campo emocional es la parte de nuestra identidad energética donde se halla contenida la información emocional y psicológica de una persona, de toda su historia como alma. Desde ese punto vista no es algo que se forme cada vez como el campo magnético, sino que trae muchísimo desde antes (vidas pasadas). Se puede llegar a expresar a través de las siete capas magnéticas desde donde podemos acceder a él, pero es infinitamente más extenso. De hecho se encuentra ordenado no en capas sino en “planos internos de realidad”, los que en su conjunto conforman lo que llamamos “Mundo Interno del Sujeto” del cual los chakras son las puertas de acceso.

En el campo emocional, junto a las estructuras, encontramos también “yoes”

En el campo emocional, junto a las estructuras, encontramos también “yoes”

Podríamos decir también que el campo emocional es el “lugar” donde hallamos las estructuras (formas energéticas) que son CREACIÓN DE LA PROPIA PERSONA, así como sus “yoes” o personalidades emocionales (ya sea de ésta o de otras vidas). Por supuesto, estas energías las percibiremos EN el campo magnético, porque éste es igual que un holograma que muestra los contenidos del campo emocional. No obstante, se necesita que la persona “conecte” emocionalmente con esa información o de lo contrario permanecerá invisible e intangible.

En el caso de energías que provienen del exterior, como parásitos o entidades energéticas, magias negras, y objetos externos en general, ocurre muy distinto. Estas estructuras no pertenecen a la persona, por lo que se alojan en el campo magnético y afectan desde allí al campo emocional. No obstante en el campo emocional encontramos una especie de huella y nunca el objeto en sí.

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Lo anterior quiere decir que una entidad, por ejemplo, puede pasar años metida en las 7 capas del campo magnético y desde ahí causar todo tipo de angustias, depresión o dolores físicos a la persona. Sin embargo al momento de morir sí o sí tendrá que desprenderse y no podrá irse con esa alma hacia otras vidas. Para una siguiente vida lo que sí puede quedar es la estructura que representa la huella o molde energético emocional de esa vivencia.

Podemos comprender ahora la diferencia entre una magia de vidas pasadas en el aura de alguien, y una magia de esta vida. La de vidas pasadas ciertamente no es la magia en sí sino la huella emocional y molde energético de ésta, y por lo tanto se percibe más suave y menos “eléctrica” que una magia actual donde la energía externa y nociva se halla realmente dentro. Igualmente pasa con un cuchillo o una bala, que al dañar el tejido físico también dañan la parte magnética. No obstante lo que alguien podrá hallar en una vida posterior en el aura de esa persona no serán nunca los objetos o la rotura en sí, sino la huella emocional de éstos.

Desde el punto de vista de los colores del aura también se puede establecer una diferencia entre el campo magnético y el campo emocional. En el caso del campo magnético, los colores tienden a ser pocos y estables, ya que tienden a mostrar cómo es la persona en esencia. Por ejemplo los colores más típicos son el azul y el verde (o la mezcla de ambos), donde el azul es propio de personas psíquicas y sensibles mientras que el verde es más propio de personas terrenales poco sensibles a lo psíquico. Existen otros colores también, como amarillo, rosado, violeta, etc., todos marcando una característica del alma de la persona.

A diferencia de lo anterior, los colores del campo emocional refieren no a la esencia sino al estado, característica o patrón emocional de la persona. Entonces una persona deprimida puede tener el aura gris, o alguien presentar colores “feos”, o un rojo de ira o azul de melancolía, etc. La gama es muy amplia al respecto al punto que es posible hacer una lectura emocional según los colores.

En fin, diferenciar el campo magnético del emocional no es para decir que trabajar sobre uno es mejor que trabajar sobre e otro, sino más bien para entender las diferencias entre distintos terapeutas que pueden manejar el enfoque estructural.

Personalmente me ha tocado ver terapeutas especialistas en operar las estructuras externas a la persona: expertos en limpiezas, en alineación de chakras, demonólogos, etc. que saben muchísimo sobre el campo magnético y el trabajo con sus 7 capas. No obstante con muy poco conocimiento o entendimiento sobre el campo emocional y las estructuras de esta índole.

Por otra parte, existen muchísimos terapeutas especialistas en trabajar las estructuras del campo emocional e información de vidas pasadas, pero ignorantes en relación al trabajo sobre el campo magnético en sí. En su ignorancia, tienden a aplicar la misma lógica de las estructuras del campo emocional a estructuras en el campo magnético, como magias negras, entidades o portales interdimensionales, entre otras.

Desde la mirada de la TERAPIA ENERGÉTICA ESTRUCTURAL DEL AURA decimos que ambos conocimientos, sobre el campo emocional y el campo magnético, son necesarios e importantes, no obstante, el conocimiento sobre el campo emocional da una base muy segura a quienes posteriormente desean aprender la operación compleja del campo magnético. Esto es así porque operar sobre el campo emocional demanda necesariamente adquirir algún tipo de educación emocional que hará más seguro después el trabajo con el campo magnético.

El campo emocional es ideal para comenzar el aprendizaje de lo energético, porque es también menos “riesgoso” para el terapeuta. Lo peor que puede pasar es que éste, al “resonar” con los contenidos emocionales del paciente, se vea afectado por éstos. No obstante, eso se soluciona aprendiendo a no enganchar y trabajando los propios puntos débiles emocionales.

Las energías externas -a menudo tóxicas- se alojan en el campo magnético.

Las energías externas -a menudo tóxicas- se alojan en el campo magnético.

Con el campo magnético ocurre distinto, ya que como no son contenidos emocionales los que hallamos sino energías externas (la mayoría de las veces de naturaleza agresiva o tóxica) el terapeuta tiene mayor riesgo de verse afectado en su integridad energética e incluso física. Y eso es sin considerar los riesgos que hay para el propio paciente. Es por esto que el TEEA profundo del campo magnético (limpiezas, descargas, extracción de magias) si existe el interés es algo que necesariamente tiene que ser aprendido mucho después de estar entrenado y fogueado en el trabajo TEEA del Campo Emocional. De todas maneras, un aprendiz de TEEA recibe muchas herramientas para chequear y reconocer hasta dónde y qué cosas puede trabajar con un paciente, y cuáles no. Este discernimiento puede ser de vital importancia para él y para el paciente.

para entender

  • Tanto el campo magnético como el campo emocional conforman aquello que llamamos “aura”.

  • En ambos hallamos formas energéticas, es decir “estructuras”.

  • El campo magnético es el tejido energético en sí, como una gran pantalla de televisión de siete capas o niveles.

  • El campo emocional es todo el contenido psíquico, mental y emocional de la persona, que se proyecta sobre las siete capas del campo magnético como las imágenes se proyectan en el televisor, pero no están realmente allí (si el televisor deja de sintonizar la señal, las imágenes -de hecho- desaparecen).

  • Por lo tanto, que las estructuras del campo magnético son energías que están metidas realmente dentro del aura; las del campo emocional están solamente “proyectadas” sobre éste.

  • Las estructuras del campo magnético normalmente son de origen externo a éste: magias, entidades, parásitos y suciedad energética, ataques psíquicos, sellos, implantes, ganchos y puentes energéticos, portales interdimensionales y heridas por daño externo.

  • Las estructuras del campo emocional son de origen interno (emocional): si están allí es porque la persona las ha creado, y/o ha dado un permiso consciente o inconsciente: mecanismos, acumulaciones emocionales, objetos (la huella emocional de éstos), lazos, portales entre planos, heridas por conflicto o trauma emocional, vacíos, juramentos, votos, yoes y planos de realidad.

  • Para trabajar las estructuras del campo magnético no se requiere necesariamente conexión o sintonía emocional; para las del campo emocional sí se requiere.

  • Las estructuras del campo magnético no quedan para una vida siguiente porque el campo magnético pertenece a la dimensión física y queda acá tras la muerte, como una carcasa que en condiciones normales se disuelve. Aun si el alma decide llevárselo, no se lleva el campo magnético en sí sino una copia limpia y “depurada” de éste.

  • Las estructuras del campo emocional sí pueden trascender la muerte y quedar para la siguiente vida porque son internas de la persona.

  • El campo magnético no se opera igual que el campo emocional. Cada uno requiere conocimientos particulares.