La Resistencia y el Cambio en la TEEA del Campo Emocional

Por Francisco Moreno T.

Sin duda, si tenemos que señalar cuál es el objetivo de la TEEA del Campo Emocional, éste es el cambio. Debemos entenderlo como la transformación de los patrones emocionales, psicológicos y de conducta que se relacionan al malestar de la persona.

Que la persona comience a sentirse bien, es una señal de que esta transformación se está dando en el sentido correcto, pese a que a veces podrán existir crisis curativas de algunas horas o días de duración donde la persona experimenta aumento del malestar.

No obstante, vamos a hablar de tres tipos de resistencia que los terapeutas T.E.E.A. del Campo Emocional tenemos que tener en consideración, que tendrán que ser correctamente abordados durante un proceso de terapia.

LA “RESISTENCIA DEL PACIENTE”

También llamada “la resistencia del yo actual”,  refiere a los sistemas de creencia que el paciente sostiene y que pueden ser catalogados como “creencias equivocadas”, ya sea porque se basan en información en sí misma errónea, parcial o contradictoria sobre la realidad, o en reglas en las que él mismo ha querido creer de manera rígida. Supongamos que la persona dice “tengo que ser responsable” y lo asume como un deber en todas las situaciones. La creencia que subyace es la de que “las personas irresponsables no son buenas personas” o que “ser irresponsable es intrínsecamente malo o equivocado”. Otro ejemplo puede ser que la creencia de un hombre sea “una esposa deben estar siempre dispuesta a servir a un esposo”, lo cual hará que se sienta transgredido completamente cuando ella no actúe de ese modo.

La psicoterapia es la manera de trabajar creencias falsas, a través de la toma de conciencia

La psicoterapia es la manera de trabajar creencias falsas, a través de la toma de conciencia

En fin, este primer tipo de resistencia se trabaja esencialmente con coaching y psicoterapia, ya que apunta a que el paciente pueda comprender lo errado, rígido o parcial de su manera de pensar, a la luz de una comprensión más profunda. Si para una persona sólo existe el negro y el blanco como opciones, su visión del mundo se halla tan empobrecida que el cambio no es posible. El terapeuta, al hacerle razonar desde una conexión y empatía consigo mismo, puede hacer que la persona empiece a ver matices que se abren ante él como posibilidades que estaban en esa parte de la experiencia que en un principio se negaba a considerar.

No obstante, aun cuando vencer este primer tipo de resistencia es fundamental, a menudo no es suficiente para el cambio. Constantemente hallamos personas que sufren tormento físico y emocional, a pesar de haber comprendido y cambiado sus maneras de pensar equivocadas. Muchos pacientes dicen, por ejemplo: “yo sé que no tengo razones para sentirme inseguro al exponer mis puntos de vista, porque creo en mis capacidades, sin embargo sigo sintiendo un miedo irracional que hace que se me apriete el estómago y me tiemble la voz cada vez que digo lo que pienso”. O bien: “tengo claro que las cosas por las que suelo enojarme son sólo estupideces que no valen la pena, no obstante no puedo evitar reaccionar”.  

LA RESISTENCIA ESTRUCTURAL

las estructuras son resistencias más allá del deseo consciente de la persona de cambiar

las estructuras son resistencias más allá del deseo consciente de la persona de cambiar

Es el segundo tipo de resistencia que ya podríamos considerar inconsciente, ya que tiene que ver directamente con los patrones rígidos de conducta, pensamiento y emoción del paciente que se expresan directamente en un síntoma o comportamiento que él no logra controlar (o lo hace, pero con esfuerzo). Como en los ejemplos anteriores, aun cuando la persona comprende y está consciente de la situación y de lo absurdo o irracional de sus reacciones, no consigue evitar que en algún grado se manifiesten. Lo interesante entonces es observar que a nivel del aura hallaremos una serie de estructuras, algunas de origen interno y emocional (como mecanismos, objetos y acumulaciones, heridas, vacíos, lazos, promesas, etc.), y otras de origen externo (entidades, trabajos de magia negra, implantes, etc.) que dan cuenta de esas programaciones inconscientes que impiden el cambio. En el manejo de esta resistencia estructural es donde T.E.E.A. hace su mayor contribución, porque es capaz de decir de manera muy concreta cuáles son las estructuran en el aura que están generando el síntoma del paciente, y a través de diversos métodos de intención ir retirándolas o disolviéndolas. Pese a lo anterior aún podemos determinar un tercer tipo de resistencia que va más allá de las estructuras.

LA RESISTENCIA DE LOS YOES

Los yoes son verdaderas personalidades emocionales nuestras, y se asocian a las estructuras

Los yoes son verdaderas personalidades emocionales nuestras, y se asocian a las estructuras

Es un tipo de resistencia que también resulta inconsciente pero que atañe exclusivamente al campo emocional. Se refiere a que muchas estructuras se hallan sostenidas por yoes, que es el nombre que damos a las personalidades emocionales del sujeto, que a menudo operan al margen de su actitud consciente. Algunos de estos yoes corresponden a identidades de otras vidas, mientras otros simplemente son la personificación de tendencias emocionales o psicológicas. En la psicología de C. G. Jung encontramos una muy buena descripción de lo que son los yoes bajo el nombre de “complejos”. Para este autor, un complejo es un un conjunto de contenidos emocionales que se agrupan en torno a un tema particular. Se manifiestan como emociones, actitudes y pensamientos mecánicos, que escapan al control consciente y que giran en torno a lo mismo una y otra vez.

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En la Terapia Energética Estructural del Aura, los yoes se encuentran en directa relación con los chakras y los planos de realidad al interior de éstos. Cada chakra tiene un yo principal sobre el cual giran todos los demás yoes que comparten el mismo “tema”. Por ejemplo, en el chakra del corazón encontraremos muchos yoes que representan actitudes hacia el amor, las relaciones y los afectos: un yo herido, un yo “corazón duro”, un yo desencantado, un yo que se protege, un yo que se entrega totalmente, etc. Todos ellos bien pudieron ser experiencias emocionalmente fuertes vividas por la persona alguna vez (en ésta u otras vidas) y hoy forman una especie de “fauna” que habita ese chakra y distintos planos (paisajes internos) dentro.

Este tercer tipo de resistencia es la razón del por qué muchas veces algunas estructuras emocionales no ceden y la persona persiste una y otra vez con lo mismo. Los yoes mientras más dañados están, más rígidamente se aferran a ciertos patrones y se resisten al intento de la persona de cambiar. Es normal que por eso, para sanar una estructura a menudo se tiene que entrar a trabajar los yoes que están detrás. La terapia TEEA plantea diversas maneras de sanar estos yoes, entendiendo siempre que sin ese trabajo de fondo, cualquier intento por modificar las estructuras más arraigadas de la persona (y conseguir que realmente cambie y sane) será siempre de un resultado parcial.