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Política en Torno al Conocimiento

En la Escuela Latinoamericana de Terapia Estructural del Aura creemos que el conocimiento de la sanación debe estar al servicio de la humanidad y no de las instituciones.

Nuestra política al respecto es clara: el conocimiento de la sanación es libre y nos pertenece a todos. Cuando una técnica es canalizada o desarrollada es para entregarla y, aun cuando por motivos de seguridad no pudiera esa técnica ser enseñada a todos, no puede ser propiedad de ese canalizador. Por lo tanto, bajo nuestra perspectiva:

NO EXISTE EL ROBO DE CONOCIMIENTO, NI LA “APROPIACIÓN INDEBIDA” DE IDEAS O TÉCNICAS.

Este planteamiento lo encontramos también en el Tratado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual sobre Derecho de Autor (suscrito por Chile, y publicado en el Diario Oficial el 07/03/2003), que señala expresamente en su artículo 2:

“La protección del derecho de autor abarcará las expresiones pero no las ideas, procedimientos, métodos de operación, o conceptos matemáticos en sí.”

Por otra parte, veamos qué dice también el periodista español especializado en ciencia y tecnología, José Cervera (@Retiario):

“Las propiedades materiales son exclusivas: si una persona las usa las demás no pueden usarla al mismo tiempo. Por eso en cuestiones como objetos la posesión y el control son sinónimos, y así se reconoce en las leyes. En el caso de las ideas o conocimientos y dado que el hecho de compartir es consustancial a su existencia y que por naturaleza se pueden usar de modo concurrente (varias personas pueden leer la misma novela, o escuchar la misma canción, o calcular la misma ecuación a la vez) este género de control es imposible. El conocimiento no puede ser de nadie; es, en realidad, de todos.”

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Creemos que ninguna institución o persona puede considerarse dueña de un conocimiento. Desde esa mirada, la escuela ELTEA está en pleno acuerdo con la práctica de la libre y abierta discusión y el derecho a compartir la información, desechando la imposición autoritaria de una versión única de las cosas.

En ese sentido, tomar las ideas de TEA, debatirlas y ampliarlas es parte del proceso natural de cómo el método pretende ir evolucionando. Sus técnicas también pueden ser variadas y mejoradas, siempre y cuando cumplan con el criterio “estructural”, y demuestren efectividad en el trabajo con pacientes.

Por último, no es nuestra política criminalizar a quienes toman un conocimiento y le hacen aportaciones o cambios. Si estas modificaciones nos parecen buenas, las adoptaremos; si no, nos reservamos el legítimo derecho a criticarlas por las razones que nos parezcan válidas.